Yama, mientras instruía a Nakiketa describe al árbol Asvattha con sus raíces hacia arriba y sus ramas hacia abajo, como símil para describir a Brahman el Espíritu inmortal, en el que todos los mundos se encuentran, y más allá del cual no hay nada (Katha Upanishad Versículo II.vi.1).
Sus ramas se extienden hacia abajo y hacia arriba. Por las gunas nutridas (las tres cualidades de las que está compuesto todo lo creado), los objetos son sus yemas. Algunas de sus raíces se extienden hacia abajo. Como los nudos que atan al ser humano a la acción.
No se puede entender la forma de este árbol, cual es su fin, su principio, ni su base. Este Ashwatha se encuentra muy enraizado. Más armado de desapego, debe cortarse.
De allí uno debe buscar ese lugar que ha abandonado y al que ya no regresa y ahí rendirse a ese Ser Primordial, quien ya de antaño todo crea y sustenta.
Quien libre de orgullo, ilusión y falsa asociación, comprende lo eterno y con el deseo acaba. Quien está libre de dualidad, gozo y aflicción, sin confundirse alcanza la eterna morada”.
Baghavad Gita Cap. 15, vers. 1-4
Los Puranas como el Padma Purana y el Skanda Purana enumeran las muchas ventajas que se obtienen al acercarse con reverencia y adoración al Baniano o árbol Ashvattha.
Todo esto nos propone que al realizar la pose de Ashwathasana busquemos en nuestro interior, con respeto, aquello que es sagrado y de lo cual formamos parte. Que rompamos a través del desapego, con la ley del deseo material que nos ata a la dualidad de este mundo.
De pie con los pies juntos. Pon la mirada en el suelo frente a ti en un
punto fijo, Inhalando eleva el brazo derecho sobre la cabeza, con la
palma de la mano mirando hacia delante. Carga tu peso sobre la pierna
derecha y exhalando lleva tu pierna izquierda hacia atrás sin doblar la
rodilla y con los dedos del pie izquierdo un poco hacia fuera. Inhalando
levanta lateralmente el brazo izquierdo hasta colocarlo en línea con el
hombro izquierdo, la palma hacia abajo.
2. Mantén esta posición de diez a veinte respiraciones concentrándote en
la coronilla. Sintiendo la vibración de tu respiración tocando esa zona
de tu cabeza.
3. Para cambiar vuelve en sentido inverso. Exhalando baja el brazo
derecho, inhalando vuelve a colocar tu pie izquierdo en el suelo y
reparte tu peso en ambas piernas, exhalando desciende tu brazo
izquierdo. Mantente unos segundos inmóvil percibiendo tu postura, tu respiración, consciente aquí y ahora…
Y continua con el otro lado.
Desarrolla la concentración, el sentido de equilibrio. Armoniza los 10 pranas los alientos vitales dentro de nuestro cuerpo (prana, apana, vyana, udana, samana, naga, kurma, krikara, davadatta, dhananjaya).
Físicamente la postura abre la caja torácica lo que permite a los pulmones extraer más oxígeno, y así ayuda a mejorar nuestro sistema respiratorio. Es útil para el dolor de espalda y la presión arterial alta. Las mujeres embarazadas que lo practican pueden realizar la pose hasta el momento del parto, ya que ayuda a la respiración y al movimiento corporal adecuado.
Interacciones del lector