«El señor de la muerte habla del árbol cósmico que arraiga en el Ser, el alma cósmica: Esa es la higuera eterna, que tiene sus raíces en lo alto y sus ramas en lo bajo. Esa es la raíz de lo puro, es el Ser inmortal. Todos los mundos se asientan en ella, y nadie puede pasar más allá. Esa es la verdad. Su forma no es visible, pues nadie la percibe con el ojo, solo el corazón, el pensamiento y la mente pueden concebirla. Aquellos que saben eso alcanzan la inmortalidad.»
Katopaniṣad
«El hombre es una planta celestial, y lo que esto significa es que el hombre es como un árbol invertido, cuyas raíces tienden hacia el cielo y cuyas ramas tienden hacia la tierra.»
Platón
«El eje del universo es una escala en la que hay un perpetuo subir y bajar. Haber talado el árbol es haber alcanzado su cima, y emprendido el vuelo; es haber devenido la Luz misma que brilla y no meramente uno de sus reflejos. Habiendo cortado y talado el árbol con el arma de la gnosis, y deleitándose en adelante con el espíritu, nadie retornará allí de nuevo.»
Coomaraswamy, El árbol invertido
Según la mitología hindú, el aśvattha, el ficus religiosa, es un árbol sagrado que se menciona ampliamente tanto en textos relacionados con el hinduismo como el Ṛg Veda, como en textos budistas donde se le llama Bodhi, el árbol bajo el cual Buda Gautama meditó y alcanzó la iluminación.También aśvattha es uno de los nombres de Śiva y de Viṣṇu; segúnŚaṇkara este nombre se deriva de los términos śva (mañana) y stha (lo que queda).
Yama, mientras instruía a Nakiketa describe al árbol aśvattha con sus raíces hacia arriba y sus ramas hacia abajo, como símil para describir a Brahman el Espíritu inmortal, en el que todos los mundos se encuentran, y más allá del cual no hay nada (Katopaniṣad Versículo II.vi.1).
Kṛṣṇa a su vez nos dice:
“Sus raíces suben, sus ramas descienden. Así dicen que es el eterno árbol baniano (aśvattha). Sus hojas, los himnos Védicos contienen Y quien lo conoce, de los Vedas es sabio.
Sus ramas se extienden hacia abajo y hacia arriba. Por las guṇas nutridas (las tres cualidades de las que está compuesto todo lo creado), los objetos son sus yemas. Algunas de sus raíces se extienden hacia abajo.
Como los nudos que atan al ser humano a la acción.
No se puede entender la forma de este árbol, cual es su fin, su principio, ni su base. Este aśvattha se encuentra muy enraizado. Más armado de desapego, debe cortarse.
De allí uno debe buscar ese lugar que ha abandonado y al que ya no regresa y ahí rendirse a ese Ser Primordial, quien ya de antaño todo crea y sustenta.
Quien libre de orgullo, ilusión y falsa asociación, comprende lo eterno y con el deseo acaba. Quien está libre de dualidad, gozo y aflicción, sin confundirse alcanza la eterna morada”.
Baghavad Gita Cap. 15, vers. 1-4
Los Puranas como el Padma Puraṇa y el Skanda Puraṇa enumeran las muchas ventajas que se obtienen al acercarse con reverencia y adoración al Baniano o árbol aśvattha.
Todo esto nos propone que al realizar la pose de Ashwathasana busquemos en nuestro interior, con respeto, aquello que es sagrado y de lo cual formamos parte. Que rompamos a través del desapego, con la ley del deseo material que nos ata a la dualidad de este mundo.
1. De pie con los pies juntos. Pon la mirada en el suelo frente a ti en un punto fijo, Inhalando eleva el brazo derecho sobre la cabeza, con la palma de la mano mirando hacia delante. Carga tu peso sobre la pierna derecha y exhalando lleva tu pierna izquierda hacia atrás sin doblar la rodilla y con los dedos del pie izquierdo un poco hacia fuera. Inhalando levanta lateralmente el brazo izquierdo hasta colocarlo en línea con el hombro izquierdo, la palma hacia abajo.
2. Mantén esta posición de diez a veinte respiraciones concentrándote en la coronilla. Sintiendo la vibración de tu respiración tocando esa zona de tu cabeza.
3. Para cambiar vuelve en sentido inverso. Exhalando baja el brazo derecho, inhalando vuelve a colocar tu pie izquierdo en el suelo y reparte tu peso en ambas piernas, exhalando desciende tu brazo izquierdo. Mantente unos segundos inmóvil percibiendo tu postura, tu respiración, consciente aquí y ahora…
Y continua con el otro lado.
Beneficios:
Desarrolla la concentración, el sentido de equilibrio. Armoniza los 10 pranas los alientos vitales dentro de nuestro cuerpo (prāṇa, apāna, samāna, vyāna, udāna,, naga, kurma, krikara, davadatta, dhananjaya).
Físicamente la postura abre la caja torácica lo que permite a los pulmones extraer más oxígeno, y así ayuda a mejorar nuestro sistema respiratorio. Es útil para el dolor de espalda y la presión arterial alta. Las mujeres embarazadas que lo practican pueden realizar la pose hasta el momento del parto, ya que ayuda a la respiración y al movimiento corporal adecuado.
Interacciones del lector