La Osteopatia es una medicina manual cuyo fin es restablecer la salud de las estructuras corporales. Por medio de movilizaciones y técnicas específicas, el osteópata busca devolver la fisiología normal del organismo eliminando el dolor y la sintomatología del paciente.
El tratamiento de osteopatía es enteramente manual, sin efectos colaterales, ni medicaciones. Brindando una alternativa natural a la mayoría de las dolencias. Los seres humanos formamos parte del cosmos y seguimos sus leyes naturales, ritmos y ciclos. El hombre moderno se aparta cada vez más de éste entorno y ritmo natural, creando una manera artificial de ser y de vivir que nos aparta cada vez más de la llamada Homeostasis (proceso natural por el cual nuestro organismo por sí mismo es capaz de eliminar las enfermedades).
Andrew Still (1828-1917), fue el creador de la Osteopatía, buscó la rearmonización del hombre toda su vida y por eso creó la Osteopatía, ciencia que busca mediante la manipulación estructural visceral o craneal, la rearmonización de las estructuras y de los fluidos corporales, eliminando la enfermedad y devolviendo el equilibrio.
Los síntomas son avisos que nos anuncia organismo tratando de decirnos que tiene un problema. No se deben de tratar los síntomas, sino las causas que los producen. La Osteopatía es una medicina manual con filosofía y principios propios basada en la lógica y la ciencia moderna. A su vez, es una disciplina holística e integral, que atiende al ser humano como una totalidad: cuerpo, mente y espíritu.
La osteopatía considera al organismo humano como un todo interrelacionado, teniendo la capacidad interna para restaurar la salud. El tratamiento de osteopatía simplemente es devolver la función adecuada, la movilidad correcta y la posición indicada, para que el propio cuerpo adquiera un nuevo estado de salud.
Tratamiento de Osteopatía
El osteópata no solo atiende los síntomas o motivo de consulta, trata de ir mas allá, encontrando las causas de las cuales los síntomas son simplemente la consecuencia. La duración del tratamiento depende del problema y de la vitalidad del paciente. Los problemas agudos se mejoran rápidamente, en una, dos sesiones, se resuelve el motivo de consulta. Muchos pacientes desean mantener un tratamiento osteopático como un método para mantenerse sanos, en estos casos la frecuencia es de una vez al mes aproximadamente, es una buena medida de Prevención. Cada paciente necesita un tratamiento particular.
El osteópata le dirá si es posible ayudarlo con osteopatía y la duración aproximada de su tratamiento
La Osteopatía trata todos los tejidos y sistemas corporales. No solo el sistema esquelético (huesos), también el aparato digestivo, sistema nervioso, músculos, y cada estructura del cuerpo. Posee una gran batería de técnicas que se adaptan a cada tejido del cuerpo. La terapia o tratamiento de osteopatía es de extrema utilidad en las siguientes afecciones:
- Sistema músculo esquelético: Hernias de disco, problemas del nervio ciático, compresiones discales, protrusiones. Dolores articulares (hombro, rodilla, cadera, tobillo, codo, etc…), lesiones deportivas, tendinitis, pubalgias, problemas posturales, ciáticas, lumbalgias, dolores de espalda, dolores de columna, contracturas, dolores en la planta del pie, disfunciones de pisada y marcha, aplastamientos discales, escoliosis, trocanteritis, dolores crónicos sin causa aparente, problemas de rodilla causados por artrosis, osteocondritis, contracturas.
- Sistema nervioso: Ataques de pánico, problemas emocionales, adormecimiento de extremidades, insomnio, síndrome de piernas inquietas, neuralgias diversas, neuropatías por compresión, temblores, ansiedad, fibromialgia, dolores idiopáticos.
- Aparato urinario y reproductor: Dolores menstruales, prolapso de órganos, problemas de infertilidad.
- Aparato circulatorio: Falta de circulación periférica, miembros fríos, taquicardias, problemas de retorno venoso, calambres.
- Aparato digestivo: Hernias de hiato, gastritis crónicas, problemas de reflujo, dolores abdominales, cólicos, dispepsia, hinchazón post ingesta, constipación, colon irritable, dolores abdominales sin causa aparente.
- Cabeza y cuello: Mareos, contracturas crónicas, dolores de cuello, braquialgias, hernias de disco cervical, protrusiones, aplastamientos discales, compresiones por hernias discales, bruxismo, migrañas, jaquecas, síndromes vertiginosos, acufenos, problemas faciales, glosodinia, dolores de cabeza.
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