Los niños son naturalmente flexibles y generalmente tienen un sentido innato del equilibrio, pero esta es una condición que se pierde con facilidad y en poco tiempo. La práctica de ásanas durante la infancia les ayudará a mantener la salud y la flexibilidad ahora y durante la edad adulta. El espíritu abierto de los niños los hace naturalmente curiosos de probar ásanas. Con un poco de motivación y educación sobre la salud física, mental y espiritual, los niños adoptarán rápidamente las posturas.
Los ejercicios de respiración o Prānāyāma también son buenos para que los niños aprendan a respirar. En las clases, comprenderán cómo respirar desde la cavidad abdominal inferior, en lugar del pecho y eso mejorara su salud y claridad mental.