En el Haṭha-yoga, el simbolismo del Sol y la Luna juega un papel central, reflejando el equilibrio y la armonía de dos energías opuestas pero complementarias. El Sol, vinculado a Śiva, representa la conciencia pura, estable y luminosa; mientras que la Luna, asociada con Śakti, encarna la mente, siempre cambiante y dependiente de la luz que refleja.
El Sol y la Luna en el Haṭha-Yoga: El Sol (ha) simboliza la energía activa, el calor, la luz de la conciencia y la fuerza vital masculina. Representa la estabilidad y la constancia en el ser humano, una analogía con el alma (ātmā), que, como el Sol en el cielo, no se ve alterada por las circunstancias externas. En la astrología védica, el Sol es visto como ātmā-karaka, el símbolo de la conciencia pura que ilumina sin distinción.
Por otro lado, la Luna (ṭha) simboliza la energía receptiva, la frescura y los cambios de la mente. Al igual que la Luna refleja la luz del Sol, la mente humana refleja la luz de la conciencia. Sin esa luz, la mente es caótica y oscura, pero cuando está iluminada por el discernimiento, se convierte en un canal de equilibrio y paz.
La relación entre Śiva y Śakti: Esta relación refleja la interacción entre Śiva (principio masculino, la conciencia) y Śakti (principio femenino, la energía). Śiva es la conciencia inmóvil y silenciosa, mientras que Śakti es el dinamismo que impulsa la creación. Esta dualidad simboliza el juego cósmico de la vida, en el que el Sol y la Luna, o la conciencia y la energía, se complementan.
Los ṛṣis védicos comprendieron cómo esta relación afecta tanto a la naturaleza como a la mente humana. Descubrieron que las fases de la Luna, o tithis, corresponden a los grados de interacción entre la conciencia y la mente, reflejando cómo la luz de la conciencia se manifiesta en la mente a través de diferentes formas y ciclos de energía.
La práctica del Haṭha-Yoga: El Haṭha-yoga busca equilibrar las energías del Sol y la Luna en el cuerpo y la mente. Mediante la práctica de āsanas (posturas), prāṇāyāma (control de la respiración), bandhas (cierres), mudrās (gestos) y dhyāna (meditación), se armonizan la energía solar (vitalidad y calor) y la energía lunar (introspección y frescura). Este equilibrio permite la unión de Śiva y Śakti en el practicante, alcanzando un estado de paz interior donde la mente se purifica y la conciencia brilla en su esplendor natural.
Los tithis: Los tithis son divisiones del mes lunar que reflejan la relación entre el Sol y la Luna y su impacto en la naturaleza y en los seres humanos. Cada tithi tiene una duración aproximada de 23 horas y 37 minutos, marcando un desplazamiento de 12° de la Luna con respecto al Sol.
El ciclo lunar se divide en dos partes:
- Śukla pakśa (mitad brillante): Es la fase creciente, desde la Luna Nueva hasta la Luna Llena, asociada con expansión y creatividad.
- Kriṣṇa pakśa (mitad oscura): Es la fase menguante, desde la Luna Llena hasta la Luna Nueva, asociada con introspección y purificación.
Cada tithi tiene su carácter energético y puede influir en nuestras emociones, mente y cuerpo. En la práctica espiritual, el conocimiento de los tithis ayuda a sincronizar las actividades con las energías cósmicas, fomentando el bienestar físico, mental y espiritual.
Agni-Soma y los Elementos en los Tithis: Los días lunares también se asocian con los cinco grandes elementos (pañca-mahā-bhūtas): fuego (agni), agua (jala), tierra (pṛthvī), aire (vayu) y espacio (ākāśa). Aunque el agua es el elemento principal en los tithis debido a su conexión con la Luna, cada tithi tiene un elemento secundario que influye en el flujo de energía.
- agni (fuego): Representa la transformación y la energía activa. Los tithis dominados por el fuego favorecen prácticas dinámicas que generan calor.
- jala (agua): Refleja emociones y adaptabilidad. Estos tithis fomentan prácticas suaves y meditativas.
- pṛthvī (tierra): Se relaciona con la estabilidad y la firmeza. Son ideales para prácticas de equilibrio y enraizamiento.
- vayu (aire): Simboliza el movimiento y la expansión. Estos tithis promueven la flexibilidad y la libertad.
- ākāśa (espacio): Representa lo sutil y lo espiritual, siendo un buen momento para meditación profunda.
La influencia de los tithis en la práctica espiritual: Al alinearnos con los ciclos naturales representados por los tithis y los elementos, podemos armonizar nuestras prácticas de yoga y meditación, ajustándolas a las energías predominantes. Esto no solo fortalece el cuerpo físico, sino que también equilibra la mente y las emociones.
La comprensión de los ciclos lunares y la integración de los elementos en la práctica diaria de yoga nos permite vivir en mayor armonía con el cosmos, explorando de manera profunda las energías que nos rodean y sus efectos en nuestra vida interior.
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