Śāntalā es uno de los nombres de la diosa hindú comúnmente conocida como Pārvatī, cuyo significado es «la hija de la montaña». Es la consorte de Śiva y madre de Kārtikeya y Gaṇeśa, este último fácilmente reconocible por su cabeza de elefante sobre un cuerpo humano. Pārvatī representa la Madre Naturaleza, inseparable del espíritu, símbolo de fertilidad, energía vital, protección y transformación.
El nombre Shantala se compone de dos raíces sánscritas: śānti, que significa paz, y tala, que puede traducirse como lugar, base, estado o condición. En un sentido más profundo, tala también alude a la naturaleza esencial o la causa subyacente. Así, Shantala puede entenderse como “la que es de naturaleza pacífica” o “aquella que apacigua”. No es casual que muchas de las personas que llegan a Espacio Shantala describan su primera impresión con una sola palabra: paz.
Shantala es también el nombre de una madre india, conocida gracias a un médico francés que, a principios de los años 70, quedó profundamente conmovido al observar cómo esta mujer humilde masajeaba a su bebé en un barrio popular de Calcuta. Aquellas manos transmitían un saber ancestral: un masaje ayurvédico lleno de ternura, precisión y respeto por la vida. Desde entonces, el masaje Shantala se ha difundido por todo el mundo como una técnica de cuidado y vínculo amoroso entre madres, padres y bebés. Más que una técnica, es una sabiduría encarnada que favorece el bienestar, la relajación y el desarrollo psicomotor del niño.