A menudo ocurre que la mayoría de la gente, atraída por el mundo espiritual, asiste a charlas y cursos de yoga, de meditación, a conferencias espirituales y a retiros, esperando oír hablar de temas cargados de misticismo y misterio, de ángeles, de mundos astrales, de seres luminosos, de guardianes, de archivos, etc. Sin embargo, la espiritualidad, ni es un supermercado (aunque a veces lo parezca), ni consiste en alimentar nuestro ego con datos, formaciones e información que, como mucho, satisfarían nuestra imaginación y ansia intelectual. Lejos de todo esto, la espiritualidad es un trabajo interno, es el estudio de si-mismo y radica en comprender tu verdadera naturaleza e integrarla en cada momento de tu vida. No se trata de realizar distintas acciones que nos ayuden a ser plenos, libres, ilimitados y eternos, sino de entender que nunca hemos dejado de serlo. Esto es Kriyā-yoga: un estilo de vida. Un camino ancestral hacia el despertar de tu verdadera naturaleza.
El origen del Kriyā-yoga puede ser encontrado en el inicio de la creación, y es llamado «verdadero conocimiento solar». El Bhagavad-Gita (4,1) dice:
imam vavasvate yogam proktavān aham avyayam vavasvān manave prāha manur iksvākave´bravit
«Yo enseñé este yoga inmortal al Dios Sol; él se lo transmitió a Manu (su hijo) y este a su vez lo impartió a su hijo Iksvāku»
Ha sido introducido o transmitido de tanto en tanto a través de diferentes encarnaciones por santos y sabios de este mundo. Cuando debido a grandes cambios o circunstancias el sistema está a punto de desaparecer, alguien viene a salvarla y reintroducirla.
Este sistema es comentado en los Upaniṣad-s y Kṛṣṇa se la enseñó a Arjuna, como relata el Bhagavad-Gītā; de nuevo, la técnica fue presentada por Mahariśi Patañjali, quien escribió un texto conocido como «Yogasūtra» para el desarrollo espiritual de la humanidad. Este texto es utilizado como referencia y posee autoridad en el campo del yoga.
Los Yogasūtras de Patañjali, también conocidos como los Aforismos del Yoga, comprenden cuatro capítulos:
- Samādhipāda, explica la meta final del yoga, su objeto y las reglas a seguir.
- Sādhanapāda, explica como ha de practicarse.
- Vibhūtipāda, indica como se manifiestan los resultados de nuestra práctica (sādhana).
- Kaivalyapāda: El estado Único, unión con el Ser, cómo es experimentado en la vida diaria. El yogui percibe que todas las acciones provienen del alma; él experimenta paz interior, felicidad y equilibrio, los cuales constituyen el principal objeto de la creación.
En el segundo capítulo que habla sobre la Sādhana, y explica el significado de la meditación. El primer sloka dice:
“tapaḥ svādhyāya īśvarapraṇidhānāni kriyāyogaḥ”
Aquí describe con gran claridad el significado de kriyā, cómo practicarlo y cuáles son los cimientos de esta práctica.
– Tapa, significa fuego, calor, práctica, auto-disciplina. Tapas indica constancia y motivación en la práctica, lo cual ayuda a la consecución de varios de los principios del aṣṭānga yoga de Patañjali (yama, niyama, āsana, prānayāma, pratyāhāra)
– Svādhyāya, Son dos palabras; «sva«: el ser interior y «adhyaya«: estudiar, realizar, conocer, conseguir dominio sobre… Una vida de estudio de uno mismo y del conocimiento de las enseñanzas (śastra) a fin de obtener auto-conocimiento, de conocer el conjunto de valores y actitudes adecuadas para la madurez de la persona (en el aṣṭānga yoga se puede decir que hablamos de dhāraṇā o concentración)
– īśvarapraṇidhānāni esto es devoción a Dios, el conocimiento de lo que soy. Īśvara significa el poder viviente, el Señor, la energía, y está compuesto de tres palabras: Ī- śva- ra; I o i-kara significa inhalación, como dicen las escrituras:
«ikarey prabhishyanti«.
El sonido ikar es el prāna que se inhala.
Sva, o «svakarey dharayanti» significa el sonido sva-kara, yo mismo- ese ser interior, el que está sosteniendo, el que está entre la inhalación y la exhalación, entre la vida y la muerte. Esto significa que no estoy ni vivo ni muerto, sino algo por encima. Si quieres poner un nombre a este estado, este podría ser svayam– ese Yo. Ra-kara, es la exhalación, como vida muerta, prāna muerto, manifestación.
Así īśvarapraṇidhānāni indica el reconocimiento de que lo divino reside en nuestro interior, la apreciación de Dios en cada respiración y en un nivel más profundo la entrega al mismo (en el aṣṭānga yoga se puede decir que estaría compuesto de dhyāna y samādhi)
Estos tres niveles (tapaḥ, svādhyāya e īśvarapraṇidhānāni) incluyen a los tres mārgas (caminos) clásicos del la visión védica:
– Karma mārga: Camino de la acción (Tapaḥ)
– Jñāna mārga: Camino del conocimiento (Svādhyāya)
– Bhatki mārga: Camino de la devoción( īśvara Pranidhānā)
Por eso se dice que Kriyā-yoga es un sistema completo que, incluyendo los tres caminos clásicos, en realidad conforma uno solo. Suele haber escuelas que explican estos caminos como separados y exclusivos, pero tanto en la visión del Kriyā-yoga, como en la de los Yogasūtras o en la del Bhagavad Gītā, los tres caminos se entremezclan y son necesarios. Sin karma-yoga es decir, una vida de disciplina, de observación del dharma, del cumplimiento de los propios deberes, de apreciación de Īśvara como dador de las leyes que producen los resultados, sin esta preparación no es posible que la persona madure y si no hay madurez, no hay comprensión, y por tanto jñāna (conocimiento) no se da y aún menos, bhatki que requiere madurez, y comprensión. La devoción sin comprensión, sin discernimiento y sin madurez se puede convertir en fanatismo y superstición.
Para conseguir esto, Kriyā-yoga emplea un conjunto de enseñanzas basadas en el śastra y técnicas de meditación basadas en la respiración que, primero, te ayudan a liberar la auto-ignorancia y asentar y dirigir tu atención y, segundo, a unir la mente consciente y atenta a la fuerza vital latente en la respiración, permitiendo con la práctica constante liberar y eliminar los condicionamientos e identificaciones mentales que impiden alcanzar el autoconocimiento, mokṣa.
Dicho esto, describir Kriyā-yoga con palabras tiene poco sentido. Únicamente se puede comprender a través de la práctica. Si deseas saber qué es una manzana, una simple descripción no es suficiente. Coge la fruta, tócala, huélela, mírala y degústala, entonces comprobarás lo que habías oído sobre ella e inmediatamente comprenderás qué es una manzana. Tu Ser, sin embargo, no puede ser tocado, visto, escuchado, olido o degustado. Para tener la experiencia de tu Ser necesitas un medio de conocimiento apropiado. Ese medio puede ser Kriyā-yoga.
Interacciones del lector