La palabra mudrā significa sello, candado. Tiene un significado literal y simbólico.
A nivel físico y energético, un mudrā representa un gesto que se lleva a cabo con los dedos, las manos, el cuello y la garganta, la boca, la lengua, los esfínteres y la totalidad del cuerpo. Este gesto ayuda a crear un circuito de prāna durante la práctica de los āsanas, prānāyāaas y meditaciones que realizamos. En general los mudras se ejecutan con el fin de cerrar ciertas aperturas corporales y contener la corriente de energía en los canales adecuados. Los mudrā controlan y guían esta energía que es absorbida por nuestros órganos en el transcurso de la práctica. A nivel espiritual, los mudrā adquieren un poderoso significado al sellar un estado particular en la práctica progresiva del yoga y al denotar la manifestación del prana circulando por todo el cuerpo.
Kechari–mudrā consiste en introducir la lengua en el pasaje nasal, por encima del paladar.
Aunque es una técnica física, provoca un estado de tranquilidad y serenidad, necesario para atraer la mente hacia el interior. Cuando consigues realizar kechari experimentas una mayor quietud y tranquilidad y te encuentras listo para las prácticas más avanzadas de yoga.
Aunque es una técnica física, provoca un estado de tranquilidad y serenidad, necesario para atraer la mente hacia el interior. Cuando consigues realizar kechari experimentas una mayor quietud y tranquilidad y te encuentras listo para las prácticas más avanzadas de yoga.
Mediante cierto esfuerzo físico (talabya–kriya) y determinada cantidad de esfuerzo mental, la lengua es introducida en el conducto nasal. Este acto ayuda de muchas formas. Con la práctica del Yoga y el avance en la absorción mental, la lengua continúa subiendo, aún más. Se dice en las escrituras que cuando la lengua llega al final de su viaje, sucede el estado de “jada-samādhi”.
Este es un estado particular experimentado durante la práctica de esta técnica.
Cierto tipo de fluido llega a la lengua mejorando la salud del cuerpo y de la mente. Es un fluido descrito en las escrituras como “Sahasrarchyut Sudha” –El néctar que cae del loto de los mil pétalos”, ese es el néctar que los yoguis beben conforme avanzan en el camino de la inmortalidad. Al conseguir realizar kechari un importante obstáculo es disuelto, deshecho, liberado. A través de esto, el progreso es más fácil y claro.
Cierto tipo de fluido llega a la lengua mejorando la salud del cuerpo y de la mente. Es un fluido descrito en las escrituras como “Sahasrarchyut Sudha” –El néctar que cae del loto de los mil pétalos”, ese es el néctar que los yoguis beben conforme avanzan en el camino de la inmortalidad. Al conseguir realizar kechari un importante obstáculo es disuelto, deshecho, liberado. A través de esto, el progreso es más fácil y claro.
Kechari-mudrā: En un principio nos limitaremos a colocar la punta de la lengua entre el paladar duro y el paladar blando, si te resulta desagradable o crea tensión esta situación de la lengua, coloca su punta en el nacimiento de los dientes superiores, entre estos y el paladar. Así mismo es importante realizar talabya–kriya. Comienza con la lengua en una posición relajada con la punta tocando ligeramente la parte posterior de los dientes superiores. Presiona el cuerpo de la lengua contra el paladar superior para crear un efecto ventosa. Es importante que la
punta de la lengua toque la parte posterior de los dientes superiores antes de presionar su cuerpo contra el paladar superior.
punta de la lengua toque la parte posterior de los dientes superiores antes de presionar su cuerpo contra el paladar superior.
Mientras presionas la lengua contra el paladar, abre tu boca, baja la mandíbula inferior hasta que sientas claramente el estiramiento en la cara ventral situada en la parte inferior de tu lengua, sobre todo en el frenillo (el pequeño pliegue de tejido debajo de la lengua que se une a la base de la boca). Mantén el estiramiento unos segundos y suelta la lengua con un sonido de clic. A continuación saca la lengua intentando llegar hasta la barbilla con ella. Lleva tu lengua a la posición inicial y cierra tu mandíbula. Al principio, no excedas las 10 repeticiones al día para evitar forzar el frenillo. Con el tiempo, intenta realizar cincuenta repeticiones en unos dos minutos.
Después de algunos meses de practicar regularmente talabya kriya , podrás introducir la lengua en la cavidad de la faringe nasal (kechari mudra).
Incluso después de dominar kechari–mudrā, es interesante seguir practicando talabya -kriya, ya que crea un efecto relajante perceptible en el proceso del pensamiento.
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